¿Te sientes cansado o bajo de energía todo el tiempo?, ¿Aunque duermes varias horas, al siguiente día te sientes como si no hubieras dormido nada? Algunos de nosotros podemos experimentar esta falta de energía en algunas ocasiones, pero existen otros casos en que el cansancio y la falta de energía pueden ser parte de nuestro día a día.
Un estilo de vida apresurado en donde casi no se respetan los momentos de relajación y de sueño que nos hacen recurrir al uso de bebidas energizantes o una buena taza de CAFÉ para sentirnos recargados, pueden ser parte de una rutina que lleve de manera apresurada a un desbalance energético en nuestro cuerpo. Este tipo de rutinas logran dañar pequeñas unidades energéticas llamadas MITOCONDRIAS.
Las mitocondrias son pequeñas fábricas que convierten el alimento y el oxígeno en energía. Cada célula tiene cientos o miles de estas pequeñas fábricas de energía. Los órganos y tejidos activos como los músculos, el corazón y el cerebro tienen más mitocondrias.
Si quieres mejorar tu metabolismo, cuida tus mitocondrias. Por supuesto, muchas cosas pueden afectarlas; de hecho son muy sensibles, haciendo que funcionen menos eficientemente o incluso apagando por completo el sistema. Cuando no funcionan bien, usted lucha con síntomas de baja energía como la fatiga, la pérdida de memoria, el dolor y el envejecimiento rápido.
Existen dos maneras de cuidar nuestro sistema energético:
- Minimiza El daño:
Toxinas, infecciones, alérgenos y estrés que dañan tus mitocondrias. ¿Quieres saber el mayor secuestrador mitocondrial? Demasiados alimentos ricos en calorías, bajos en nutrientes o demasiadas “calorías vacías”. Cuando sus mitocondrias metabolizan los alimentos con oxígeno, producen radicales libres, que literalmente oxidan nuestro cuerpo. A menos que tenga suficientes antioxidantes, no podrá proteger lo suficiente a las mitocondrias de los daños de una mala alimentación.
2. Optimice el funcionamiento de la mitocondria:
-Consume alimentos ricos en antioxidantes y fitonutrientes como frutas, verduras, nueces y granos libres de glúten.
– Toma los nutrientes correctos para tu mitocondria: La L-carnitina, acido alfa lipoico, conezima Q-10 o resveratrol son algunas de las mejores opciones.
– Incluye en tu alimentación grasa antiinflamatorias como el Omega-3: El salmón, las sardinas, los huevos o linaza son algunas fuentes extraordinarias de este ácido graso esencial.
– Busca dormir bien: 7 a 9 horas de sueño reparador y continuo es lo mejor.
– Reduce alimentos “energéticos” como la cafeína, azúcar o alcohol que solo le ocasionaran más problemas a tu mitocondria.
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